Gracias por seguirme

martes, 28 de junio de 2011

¡¡Las fiestas del pueblo ya han "comenzao" Riau riau...!!

.
Ayer hemos tenido una reunión familiar para celebrar el cumpleaños de alguien muy querido para mí y me ha venido a la mente aquellas reuniones de cuando éramos pequeños y llegaban las fiestas del pueblo.


Como en casi todos los pueblos las fiestas comenzaban en mi caso a principios de verano. Antes se empezaban a preparar unos cuantos días antes. Recuerdo a mi abuela y a mi tía hacer pastas caseras en un horno antiguo de leña, apartado de la vivienda, yo amasé alguna de ellas y las metía en el horno como si de un juego se tratase. El olor que empezaba a desprender cuando se estaban haciendo aun lo recuerdo, se te hacía la boca agua, y de vez en cuando iba a ver si ya estaban hechas.
También se mataban unos pollos caseros que luego les metían en agua hirviendo y mi abuela me sentaba al lado de ella para que la ayudase a quitarles las plumas, allí me veis tirando de las plumas y dejando al pobre pollo en cueros ¡¡Que mal olían!! Pero me hacían sentirme mayor porque me dejaban ayudarles...

El día de la fiesta nos íbamos para el pueblo con nuestras mejores galas, por supuesto, había misa (todas las celebraciones en aquellos años empezaban igual, con una misa) y después baile vermouth, que era un baile antes de ir a comer. Allí se reunía todo el pueblo al ritmo de la música, muchas veces con un tamboril, una dulzaina, una pandereta y poco más. ya empezaba a coger gustillo a lo del baile.

Cuando terminaba nos íbamos a comer y recuerdo entrar en casa y ese olor a la comida de mi abuela..., era diferente a la de la mía,¡¡Gloria bendita!! Como decía ella. Nos reuníamos todos entorno a la mesa, éramos tropecientos, y siempre había mucha alegríay mucho ruido,  y con los postres no podían faltar las canciones. Mi abuelo cantaba como los ángeles y con una botella de anís, de esas arrugadas y con dos cucharas marcaba el ritmo de la música, era suficiente para empezar a cantar. Allí cantábamos todos supiéramos o no.


Por la tarde nos juntábamos todos los niños para jugar y por la noche empezaba el baile, jotas  y pasodobles es lo que más tocaban. Como bailaban la jota mis abuelos, sobre todo él era bien mayor y aun recuerdo que la energía no le faltaba ,yo me quedaba embobada viendo como se movían de un lado para otro e intentando hacer lo mismo, como bien podeis suponer, no lo ocnseguía.

Ese día nos dejaban acostarnos tarde y eso lo hacía aun más especial, ya que éramos unos niños y claro está siempre estábamos pronto en la cama.

Al día siguiente siempre nos despertaba el gallo cantarín con su kikiriki, en la ciudad eso no pasaba y a mí siempre me hacía gracia oír como cantaba el gallo aun que yo jamás me acerqué a él me daba mucho miedo y en cuanto le veía me encerraba en casa. Y comenzaba otro día de fiesta que era bastante similar al anterior.

Ahora sigue habiendo fiestas de pueblo y en esencia siguen siendo lo típico: la misa, la comida, el baile, pero ni las comidas son igual, ni los bailes tienen ese sabor de antes, ahora la juventud quiere otra cosa: discotecas móviles, botellones y quedarse sin dormir toda la noche, llegar a casa de madrugada y dormir toda la mañana.

 Que le vamos a hacer las cosas cambian y progresan dicen, pero, ¿Ese progreso es a mejor?




Ahora si me permitís, acabo de recibir otro premio de un gran escritor, que espero vayáis a fisgotear su blog, tiene una sensibilidad especial para lo que hace y aquí me tenéis recibiendo un premio de su parte, que solo escribo con el corazón, nunca fui de letras lo mío eran los números, y me metí en este mundo no sé muy bien como, pero en el que me encuentro feliz gracias a todos vosotros.
Ese gran escritor es Julio Díaz-Escamilla con su blog "HABLAPALABRA" que puedo decirte, como bien te comenté GRACIAS es poco, haces que cada día tenga ganas de superarme y de aprender de todo este mundo que me rodea y dejar un granito de arena por si le sirve a alguien.
Julio tiene otro blog que es todo poesía ahí nos abre su corazoncito y nos dice tanto en tan poco que nos hace reflexionar en como esos latidos que oímos constantemente tiene diferentes sonidos. ¿Quieres oírlos? solo tienes que ir a "A VIVA VOZ" y comprobarlo, luego me lo comentas a ver qué sonido es el vuestro.


Aquí os dejo un pedacito de estos premios para todos los que entráis a visitarme, hacerme un favor llevároslo para vuestra casa, me sentiría muy orgullosa si así lo hicierais, cuando vaya de visita tendríais un pedacito de mi. Gracias por hacerlo.


Quisiera añadir en esta entrada el premio que me dio mi amiga Natalia Ortiz con su blog "La magia de las palabras" y que aunque ya tenía publicada esta entrada quiero hacerla un hueco para agradecérselo y decirla como dije antes a Julio me haces muy feliz y lo recibo con la mejor de mis sonrisas que es lo mejor que sé hacer, sonreír a todas las personas que me aportan ese zozobra y esa alegría. Gracias Natalia. Pasar por su casa y veréis todo lo que os aporta:)

martes, 21 de junio de 2011

¡¡¡Quiero reírme!!!


Hoy quiero que sea un día especial  y quiero que recuerdes la última vez que te reíste hasta tener agujetas al día siguiente.

¿Te acuerdas lo que nos reíamos de pequeños?
Simplemente con tirar una piedra ya te hacía gracia como rebotaba, el sonido especial de un claxon te hacía sonreír, las caras que ponía tu amigo haciendo cosas raras, la vecina del quinto cuando cantaba que te dañaba los oídos, los dibujos animados que con caerse el Pato Donald reías a mandíbula abierta, o lo hacías por el simple hecho de hacerlo sin motivo alguno.
A medida que íbamos creciendo la risa iba disminuyendo, y las cosas que te hacían gracia también.
Yo he sido una persona de risa fácil, mi época de instituto fue tremenda respecto a eso, recuerdo reírme muchísimo, siempre le sacaba el chiste a todo y había unos cuantos compañeros que tenían el don de hacernos pasar unos ratos inolvidables.

Quiero proponeros algo muy sencillo y al mismo tiempo difícil, porque los recuerdos se van quedando ahí, y muchas veces no eres consciente de que están. Quisiera que mientras me estás leyendo tu mente se vaya a años atrás y recuerdes una anécdota de tus años de colegio o de instituto en la cual no pudieras dejar de reírte y que tu cuerpo te doliera por ello.
¿Quieres recordar conmigo? A mí me encantaría que lo hicieras, así podríamos tener un día especial en el cual nos riamos y hagamos que se nos olviden las penas por un momento.
 
Yo recuerdo un día de instituto, era mi primer curso, 14 años tenía, que llegamos a clase y uno de mis compañeros empezó a jugar con el balón y mira por donde le dio al encerado, era enorme de pared a pared y este se derrumbó, cayó al suelo con un ruido tremendo y todos nos quedamos helados, el polvo de la tiza acumulada empezó a sentirse por la clase.
¿Qué hacemos? - Empezamos a decir todos. La que nos va a caer. Venga vamos a ponerlo en su sitio, entre los nervios de ponerlo como estaba, que casi no podíamos con él, nos entró un ataque de risa, que no nos dejaba hacer nada. Al final lo conseguimos y dejamos todo como estaba.
Llega el profesor de francés, una persona encantadora, y al entrar se encuentra con una nube impresionante de polvo de tiza, todos en serio, casi sin respirar, y pregunta: ¿Qué ha pasado aquí? y de repente todos nos ponemos a reír como locos, el delegado se levanta para decirle algo y es imposible, se convirtió en una persona tartamuda de risa, pero es que ninguno podíamos hablar, nos calmamos y cuando el sufrido profesor volvió a preguntarnos otra vez lo mismo un ataque de risa que era imposible frenarlo de ninguna manera, hasta que el propio profesor se contagió y se unió a nuestro clan.
El ruido que hacíamos debía de ser increíble, porque llegó otro profesor a ver qué pasaba y el nuestro fue incapaz de decírselo, el ataque de risa era tan contagioso que no podía hablar dos palabras seguidas. Le decía: ¿Todo bien? y lo único que podía hacer era decir si con la cabeza, así que se marchó y allí nos dejó, tirados literalmente por el suelo, llorando  de la risa, agarrando el estómago porque se nos salía del sitio.
Después de un buen rato fuimos calmándonos y lo que hizo fue sacarnos al patio, nos sentamos en la hierba y nos relajamos y poco a poco volvimos a ser nosotros, estábamos agotados, y por supuesto ese día no tuvimos clase de francés, tuvimos una de risoterapia que en aquella época no sabíamos ni que existía.
 
Así que si te apetece pasar un buen rato riéndonos, te incito a que me dejes tu testimonio ¿Serás capaz de hacerlo sin una sonrisa en los labios? ¿Hay algo mejor que reírse?

Gracias de antemano a aquel osado que quiera hacernos pasar un día especial

viernes, 17 de junio de 2011

Muchas gracias 40añera

El hecho de decir simplemente gracias no llena todo lo que quiero decir al recibir este premio 40añera.

Imagínate que soy una niña que le dan una golosina, cuando se la dan, la cara de sorpresa es digna de ver, lástima que está sola en ese momento y no lo pueda ver nadie, pero la sorpresa hace que se agrande sus enormes ojos y su sonrisa sea como una enorme figura dibujada en su cara.
Cuando abre la golosina y empieza a saborearla, las papilas gustativas hacen que sienta como un pequeño escalofrío de placer que dura hasta que llega el final de ella.
Al terminarla el palo queda en sus manos y lo guarda como si de un gran tesoro se tratase.
Se lo cuenta a los demás niños lo que ha sentido y al hacerlo siente un poquito de vergüenza por haber sido solo ella la que saboreaba de esa manera increíble la golosina.

Así que solo gracias no creo que sea la respuesta acertada, me quedo con esta golosina para poder saborearla poquito a poquito.

Como los requisitos eran tres, los dos primeros ya los he hecho:

1º-Agradecer a quién nos lo dio

2º.  Escribir un post sobre ello

Y voy por el tercero que es entregarlo a doce blogs más y aquí es donde empiezo a repartir mis golosinas, aunque es muy difícil hacerlo equitativamente, yo quiero que os quedéis con un trocito cada uno de los que pasáis por mi casa, porque me encanta recibiros y espero que os sintáis agusto en ella.
He decidido daros a conocer otros blogs diferentes a los que di en mi anterior premio para que  este mundo desconocido y  apasionante llegue a la mayor gente posible, mi primer premio me lo dieron recién llegada aquí, y me sentí inmediatamente unida a todos los blogueros.

Gracias a todos.

Estas personas son:

Ricardo Montes y su "Ricardo Montes. Fotoblog"

Acróbata y su ".........acróbata........."

Marina y su "...EN EL UMBRAL DE LA NOCHE"

Luismi y su "168 CAFé DEL SWING"

Fayna y su "Bajando se sube al cielo"

Una soñadora más y su "Cartas que nunca leerás"

David C. y su "CINE PARA USAR EL CEREBRO"

Maru y su "CONVERSANDO..."

Adriana Alba y su "Descubriendo Nuestro Interior"

Julio y su "EL HUMOR DE JULIO"

Syd y su "Syd one of these days..."

María Eugenia y su "Mandalas, Espacio Abierto"

David y su "MAYÉUTICA INTERIOR, NO MÁS"

María y su "EL SACO DE MIS PENSAMIENTOS"

Creo que me he pasado del número que me dijeron pero estaré perdonada.

Si tenéis un ratito y queréis fisgonear a estos amigos blogueros que les he traspasado mi premio, aquí os dejo sus enlaces, gracias de nuevo.

lunes, 13 de junio de 2011

Generación SISI

Yo pertenezco a la época del SISI.


P
or situarnos un poco en el tiempo he retrocedido hasta el día 25 de Junio del año 1984, acababa de terminar mis estudios de Formación Profesional un viernes y empecé a trabajar el lunes siguiente. Tenía una ilusión exagerada. Encima iba a trabajar en lo que me gustaba, en la profesión que había elegido y en la que estuve toda mi vida laboral. Me sentía nerviosa, torpe, sin saber qué hacer, aun no había cumplido los 20 años y empezaba toda una odisea para mí.
Nunca había estado sin hacer nada, vagueando un tiempo, o pensando que hacer, nunca. Cambié mis estudios de BUP a los de FP y antes de terminar me puse a buscar trabajo, lo cual, como ya he dicho lo conseguí.

En mi casa o se estudiaba o se trabajaba, SI o SI, o las dos cosas como yo hice durante una etapa anterior, estudiaba de noche y como tenía todo el día libre trabajé esporádicamente en una tienda. No se concebía tener un hijo viviendo de” la sopa boba”, como decían en aquellos tiempos. Las responsabilidades nos las creábamos nosotros mismos o quizás nos las inculcaban sin que nos diésemos cuenta. Nuestra meta era trabajar para no tener que pedir dinero a nuestros padres e independizarnos y así poder hacer nuestra vida, ya que era otra época y la libertad que teníamos era escasa.
Ahora llega la época del NINI como lo han denominado, ni se estudia, ni se trabaja, ni se quiere tener responsabilidades, ni, ni, ni…

¿No será, que nosotros mismos hemos ayudado a que esto pase? Cuando se les da todo a nuestros hijos, no tienen esa necesidad imperiosa de buscarse la vida para mejorarla, no tienen necesidad de salir de casa porque tienen una libertad diferente, no tienen necesidades porque nosotros mismos no permitimos que las tengan. Hacemos todo lo que la sociedad nos impone aunque no estemos de acuerdo en una gran mayoría de las cosas, pero claro, si no van o si no hacen, son los bichos raros, los que se quedan apartados de este mundo que hemos creado tan poco acertado, según mi opinión.
Voy a echar un capote a estas nuevas generaciones, porque en realidad les han metido a todos en el mismo saco, y eso no es así, es una gran minoría los que consideramos NINIS,  pero que engloban a muchos más por esa pérdida de ilusión, y de no saber dónde está su sitio, aunque estén estudiando o trabajando, se sienten desorientados y sin metas a las que llegar.

Ojalá cambien radicalmente esta sociedad y piensen que están aquí por algo, por tener un futuro y por dejar una huella propia, y que el día de mañana la siguiente generación se sienta orgullosa del legado que les han dejado.


martes, 7 de junio de 2011

Familia poco convencional


M
i historia comienza el mismo día en que nací en el seno de una familia aparentemente normal.
Tengo una hermana mayor que me lleva 7 años, vivía como casi todos los niños en un ambiente de cariño, sin problemas. Pero a medida que iba creciendo notaba que mi familia no era como la de los demás.

Yo no vivía con mi hermana, solamente los fines de semana en casa de mis tíos, y aquí aparezco yo en escena con mis interminables preguntas:

¿Mamá, por qué mi hermana no vive en casa?, ¿Mamá, por qué solo la veo los fines de semana? ¿Mamá, por qué no somos como las demás familias?


Y aquí comienza otra historia:

Mis padres, como muchos en aquella época, emigraron a otra ciudad para poder trabajar y con ellos iba mi hermana, casi siempre enferma y con muchos problemas, el sitio donde vivían mis padres no le iba bien. Entonces mis tíos (que no podían tener hijos) se la traían para aquí de vuelta hasta que se reponía y volvía con mis padres, así durante 7 años. Las circunstancias cambiaron y encontraron trabajo en su ciudad, se trasladaron y aquí nací yo. Mi madre estaba muy agradecida a su hermana que la hubiese ayudado tanto con su hija y sus enfermedades, que al no poder tener hijos( para mi tía, mi hermana era como una hija), tomaron la decisión más difícil de su vida, decidieron que se quedara a vivir con ellos.

Con todo esto empieza mi danza semanal, para mi todos los sábados y domingos eran fiesta, nos trasladábamos a casa de mis tíos y yo tenía hermana de fin de semana, lo recuerdo con un cariño especial, éramos una gran familia reunida a comer y cenar y recibiendo por parte de ellos exactamente el mismo cariño que daban a mi hermana, nunca vi algo diferente y pasé a convertirme en su segunda hija. Mi madre era feliz viendo a su hermana que tanto la había ayudado en su vida en todos los aspectos, disfrutando en cada momento  del ambiente familiar que habíamos creado tan poco convencional. Para mí era normal todo,  lo había vivido siempre así.

Quizás hay personas que no entiendan esta situación, esa" renuncia" por parte de mi madre y ese dolor tan profundo que podría sentir al estar relativamente lejos de su hija, pero siempre cerca.

Ahora como adulta que soy, analizo todo y solamente me sale una palabra: "AMOR" con mayúsculas, eso es lo que me han inculcado desde que nací, me he sentido querida siempre por mis padres, por mis tíos, por mi hermana.

Tenemos una unión especial, aparte de hermanas, sentimos otro lazo diferente que por mi parte no sabría explicar con palabras. Somos unas auténticas afortunadas, tenemos dos padres y dos madres que se han preocupado por nosotras y por nuestros hijos "SIEMPRE".


Toda la vida escuchamos de boca de mi madre decirnos:
 Yo soy vuestra madre y si un día falto, jamás dejéis de lado a vuestros tíos, quererlos como lo que demuestra ser, vuestros otros padres. Así que ya puedes estar tranquila mamá donde quiera que estés, estamos cumpliendo tu deseo y lo haremos siempre...

¿Podría existir en este mundo que vivimos hoy en día, llenos de egoísmo, una familia tan poco convencional? Creo que iba a ser un poco difícil, lo que sí tengo muy claro, es que estoy muy orgullosa de la mía y que todos estos valores repercutan en la generación que nos sigue.

He querido homenajear por el día que hubiese sido su cumpleaños a una gran SEÑORA a una gran DAMA a una gran PERSONA:
                                                   
                                                              A MI MADRE


Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...