Gracias por seguirme

viernes, 18 de marzo de 2011

El tren de la vida, amigos en el apeadero.



Somos como los trenes que vemos pasar, tenemos un principio y un final de viaje, y eso es para cada persona. Pero eso no es lo verdaderamente importante, lo principal es lo que pasa en el medio de todo, ese trayecto “personal e intransferible”, y que no existen dos iguales. En este trayecto pasa de todo: alegrías, penas, sorpresas, revivimos todos los sentimientos que existen en el mundo en un momento dado de nuestra vida. Pero sobre lo que voy a hablar hoy es sobre todas esas personas que nos vamos encontrando. ¿Os atrevéis a recordarlas conmigo?


 
El primer sitio que empiezas a encontrar a personas que no son de tu familia es en el colegio. Ahí comienzas tu relación con el mundo exterior, tu primer “apeadero”; ya sientes afinidad a unas determinadas personas con las que empiezas a jugar, tanto en el colegio como fuera de él, y con las que estableces unos primeros vínculos que te quedan en el recuerdo. ¿Te acuerdas de tus primeros amigos? Haz memoria... date unos segundos para pensarlo. ¿Continúas teniendo amistad con alguno de ellos?


Salimos del colegio y vamos a nuestro segundo “apeadero” de amigos, el instituto. Hay una gran diversidad de personas; si has tenido suerte, quizás va algún amigo del colegio, pero lo más seguro es que no. Vuelves a tener que sacar tus antenas para descifrar eso tan raro que se llama "sintonizar con las personas", vuelves a encontrar otro círculo en el cual te sientes bien, son amigos con los cuales ya puedes hacer más cosas: salir, ir al cine, ir de fiesta... eso hace que se estreche más esos vínculos, y que confíes en esas personas; y que se diga una frase tan oída: "Amigos para siempre". Pero...¿Eso es verdad?, ¿Cuantos amigos te quedan de aquella época?, ¿A cuántos has dejado en el apeadero, o cuantos te han dejado a ti?


Seguimos con nuestras vidas. Unos fueron a la Universidad y otros  empezaron a trabajar, alcanzando la vida adulta. Encontramos gente nueva con la que nos relacionamos y volvemos a crear ese círculo de amistades. Si tenemos mucha suerte podemos incluso hasta tener varios círculos de amigos, los que tenemos de antes y los que vamos creando. Si lo piensas son personas que llenan tu  vida, y cuando desaparecen te sientes mal. Un día te pones a pensar y recuerdas a muchas de ellas que quedaron en el “apeadero” sin saber porque, a los que añoras al cabo de los años y te encantaría volver a verlos aunque fuese un momento y así rememorar lo que hemos vivido y sentido cuando estábamos a su lado: la risa que pasábamos con esa persona, lo ocurrente que era la otra, la mirada de aquel que te hacía sentir relajado, o el abrazo desinteresado que te hacía sentir bien.

Ojalá que al leer y recordar todo esto esbocéis una sonrisa pensando en esas personas tan allegadas y tan distantes en el tiempo, que dejaron un granito en el corazón de cada persona. Gracias a ese granito de cada uno, somos lo que somos en este momento.

 Tengo un gran deseo que jamás se va a poder cumplir: me gustaría coger un tren de retorno y volver a parar en cada “apeadero” y retomar a todas esas personas que en algún momento de mi vida me llenaron por el motivo que sea, y que han dejado una huella grande o pequeña en mi. Pero como este deseo es imposible, aquí queda este homenaje a todos y cada uno de ellos, y esa sonrisa perenne que me queda al recordarlos.

4 comentarios:

  1. Es el tren de la vida, en el que esta subiendo y bajando gente continuamente. Con unos estas mas agusto y con otros menos pero de todos se aprende. Nosotras estamos en el mismo tren aunque no nos sentemos juntas todas las veces que queramos...Pero me encanta saber que estas en el vagon de al lado. Y aunque nuestro fin de estacion no sea el mismo te dire que esta mereciendo la pena hacer este viaje contigo. Genial esta entrada por la gente de tu vida. Me alegro de ser una de ellas.Una flor para ti

    ResponderEliminar
  2. Muchas gracias anónimo por lo que dices, sabes que es recíproco, espero que nuestro tren acabe en la misma estación.

    ResponderEliminar
  3. Admirable y emocionante entrada.
    Yo también me alegro de estar en el mismo vagon que tu y en el de al lado de la de la flor que escribió antes. Ha sido un viaje dificil pero emocionate a la vez, lleno de alegrias y algun que otro tropiezo del que nos hemos sabido recuperar pronto, con cariño y comprensión.
    Muchos besos.

    ResponderEliminar
  4. Gracias anónimo por tu comentario, solo deseo lo mismo, acabar en la misma estación.

    ResponderEliminar

Gracias por entrar a dejarme una sonrisa del tipo que sea y si la acompañas de cuatro letras, aun mejor:)

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...