Gracias por seguirme

domingo, 29 de enero de 2012

Somos personas en movimiento



Nosotras las personas somos nómadas por naturaleza, siempre hemos ido buscando un sitio donde poder permanecer con nuestras familias y poder subsistir a todas las penurias que ya de por si nos da la vida.
Nos parece raro cuando personas de otros países se vienen al nuestro para intentar tener una vida mejor, conseguir un trabajo y poder alimentar a su gente. Está claro que en sus países de origen no lo consiguen y hacen lo que haríamos todos en su lugar, buscar algo mejor.

España ha sido un país de emigrantes cuando el hambre formaba parte de nuestro destino, y ahora nos ha tocado acoger a estas personas.

 
Soy voluntaria de La Cruz Roja y un día me llamaron para ver si quería dar clases de español a personas inmigrantes. Les contesté que yo no soy profesora, ni pretendo serlo, pero necesitaban personas que les enseñase el español de a pie, es decir el poder ir a comprar una barra de pan, ir al médico, ir a pedir trabajo, ellos no necesitaban saber conjugar un verbo o saber si una palabra es adjetivo o pronombre.
Total que me sorprendí a mi misma diciendo que si, que lo haría. Y cuál fue mi sorpresa que el primer día que empiezo me encuentro en una clase yo sola con  gente de diferentes países: senegaleses, marroquíes, ucranianos y una serie de personas sentadas esperando que yo les contase algo.
Nunca me había visto en otra igual, no sabía qué hacer, estaba bloqueada y pensando que hacía yo metida allí, tragué saliva, me presente y empecé a descubrir a personas que tenían aun más miedo que yo a estar allí.
¿Cómo podía hacer para que me entendieran diferentes culturas con diferentes idiomas? Mi sorpresa fue que se ayudaban entre ellos y a mí misma, saqué mi francés del baúl de los recuerdos y  me hacía entender algo por los marroquíes, ellos lo traducían al inglés para los demás y acabábamos hablando español todos. Era un laberinto tremendo, pero poco a poco me hice entender para sorpresa mía.
Transcurrieron los días y aquellas clases se convirtieron en algo placentero, eran ellos los que me daban tanto sin pedir nada, que el miedo desapareció. Esas personas eran tan agradecidas que salía de las clases con el corazón que no me entraba dentro de mí, con esa sensación de bienestar, de alegría de haber podido ayudar a que sus vidas fuesen un poquito más fáciles.
 Aprendían rapidísimo, la necesidad de saber cosas  hacía la clase muy amena y divertida, me ayudaba de dibujos, de expresiones, cualquier cosa era válida para conseguir mi objetivo.
Nunca podré olvidar las expresiones de sus caras cuando llegaban a comprender lo que quería enseñarles, es algo que grabé en mi mente para siempre.
Solo puedo sentir agradecimiento a todas estas personas que durante dos años me dieron tanto, sin pedir nada. Todos estamos en este mundo de paso ¿Por qué no intentar hacer más fácil la vida a los que en algún momento necesitan de nosotros? Nunca sabemos si un día el que vas a necesitar de ellos eres tú.


domingo, 22 de enero de 2012

El sueño del hombre...VOLAR



En nuestras vidas hay muchas primeras veces, que por una cosa o por otra nos marcan de una manera diferente.
Hoy vuelvo a mirar hacia atrás en mi vida y recuerdo mi primer viaje en avión, hace 25 años.
Me acababa de casar y nos íbamos de viaje a Venezuela. Nos fuimos al aeropuerto de Santiago de Compostela y cuando llegamos allí y vi aquellos monstruos que estaban esperando a que subiéramos a ellos, me entró un respeto tremendo, me sentía nerviosa, excitada, con ganas de saber que era volar, y que es lo que iba a sentir cuando me viese allí arriba. No dejaba de mirarlos y ver como aterrizaban y despegaban otros aviones mientras nos tocaba el turno a nosotros.
Y nos tocó, subimos y nos colocaron en nuestros respectivos asientos, y después de ponernos el cinturón nos explicaron unas cuantas cosas, que  yo, como primeriza escuchaba atentamente por si acaso: que si las salidas de emergencia, que si lo que teníamos que hacer si pasaba algo y una serie de cosas que ahora estamos muy acostumbrados a oírlo, pero yo en ese momento me entraba hasta miedo.

Y con todo esto, el avión se pone en marcha, y comenzamos nuestro vuelo, coge velocidad y de repente inicia su ascenso, mi estómago no sabía dónde estaba, si formaba parte de mis anginas o se había bajado hasta mis pies, tenía una revolución interior total, creo que se me cambiaron todas las partes de mi cuerpo. Una vez estábamos arriba empecé a tranquilizarme y a disfrutar de las maravillas que veía, era un espectáculo impresionante, las nubes estaban a mi lado, casi podía tocarlas, y el sol radiante ante mis ojos me deslumbraba con una belleza infinita. El viaje duró 8 interminables horas, durante todas ellas estuve tranquila, durmiendo a ratos, viendo una película, pero llegaba de nuevo otra prueba de fuego, el aterrizaje. ¿Qué pasó? Más de lo mismo, el estómago se volvió loco otra vez, pero más suavemente, era la consecuencia de haber vivido una experiencia increíble.

Llegamos a Caracas y para ir a nuestro lugar de destino aun nos quedaba mucha ruta por hacer. Salimos del aeropuerto internacional, para dirigirnos al de vuelos nacionales. Una bofetada de calor fue lo primero que recibí nada más salir a la calle, era una humedad con un calor tan grande que mis pantalones se pegaron a mis piernas como si formaran parte de mi piel. Cogimos otro avión hasta Maracaibo. Este era pequeñito, y el despegue fue más brusco, se movía en el aire, no tenía nada que ver con el otro, pero bueno ya estaba montada y en aire de nuevo. En un mismo día había cogido dos aviones, pero ahí no quedaba todo, porque como el aeropuerto a donde nos dirigíamos estaba cerrado, aun nos quedaba un viaje en coche, desde Maracaibo hasta Punto Fijo.

Nos quedaban casi 400 km hasta allí por una carretera que solo veías selva a ambos lados, para mis adentros solo hacía que pensar, madre mía donde me he metido. No había casas, ni gente, ni nada, de vez en cuando un bar para poder parar, porque las ruedas del coche se recalentaban y podían reventar. Después de no sé cuantas horas desde que salí de mi casa llegamos a nuestro destino.
Que de sensaciones recorrían mi cuerpo, había vivido mas cosas en un día que en años de mi existencia. En ese país maravilloso nos trasladábamos en avión a los sitios, así que me hice una experta en coger aviones.
Es lógico que el hombre haya tenido ese sueño desde épocas inmemoriales, lo que sientes allí arriba es algo que solo se puede decir cuando estás saboreando de esas vistas.


martes, 10 de enero de 2012

Las primeras rebajas



Después de estas minivacaciones he vuelto con el nuevo año, y si por algo se destaca el comienzo de él es por  la llegada de los Reyes Magos, pero en cuanto estos vuelven a sus casas comienza un fenómeno social llamado REBAJAS

Las REBAJAS las hemos asumido como algo habitual. Pero todo tiene un comienzo, incluso los descuentos.

Durante la ‘Gran Depresión’ que vivió Estados Unidos, varias empresas de venta al menor decidieron unirse debido a la caída en picado de sus ventas, a causa de la terrible crisis que afectaba al país. Dicha conglomeración de empresas acabaría asociada con los grandes almacenes más populares de toda Norteamérica: Macy’s,
En 1929, Fred Lazarus Jr. fue el primer presidente de esa recién creada sociedad de empresas y trató de dar nuevos enfoques de venta a sus productos. Para ello creó las primeras líneas de crédito, en las que se ofrecía al cliente la posibilidad de “comprar ahora y pagar más adelante”.
Ya entrados en los años 30,  Lazarus hizo gala de su visionaria manera de revolucionar las ventas, y una de las medidas más importantes que tomó fue el pensar la forma de dar salida a toda aquella ropa que no se había vendido durante la temporada y se les quedaba almacenada.
De ahí le surgió la idea de crear unos días específicos (tras finalizar cada temporada) en el que se pusiera a la venta todo aquel género excedente. Se dio cuenta de que les saldría muchísimo más rentable deshacerse de él por un precio inferior que no quedárselo en los almacenes sin ser vendidos.
Inmediatamente se convierte en el fenómeno de masas que es hoy.
 A España llega una década después, fruto de la competencia despiadada entre El Corte Inglés y Galerías Preciados, marcas fundadas por dos primos asturianos que emigraron a Cuba e hicieron del comercio una forma de vida.
Actualmente, las REBAJAS constituyen poco menos que un fenómeno social. Las hay de invierno y de verano, generan enormes colas en grandes y pequeñas superficies comerciales.

Descuentos, gangas, carteles, etiquetas, publicidad en televisión, prensa, radio, montones de ropa y de productos que nos lo meten por los ojos y te crean la necesidad de ir a comprar, aunque la gran mayoría de las veces no lo necesitemos REBAJAS y más REBAJAS...


Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...