Navidad de ayer,Navidad de hoy

   

  Hoy empiezan la semana de Navidad, o me he equivocado y empezó hace dos, a no que va que fue hace cuatro, aunque si me pongo a pensar, creo recordar que en julio ya vendían lotería para ese día y en agosto había turrones en algunos supermercados. Nos machacan a anuncios de perfumes, nos meten los productos por los ojos. A esto le llaman espíritu navideño, ¿Tantos meses de ese espíritu? ¿No serán muchos? Me tenéis que perdonar a los que les gustan tanto estas fiestas, pero yo soy de ese club de los renegados de ellas. Tienes que ser feliz porque toca, te tiene que gustar porque si no eres un bicho raro, tienes que comer mucho porque es lo que hay, tienes que felicitar a todo el mundo, tienes que gastar y gastar porque…bueno es Navidad, tienes, tienes, tienes…

       La realidad es que no sé muy bien cuando perdí esa ilusión por todo esto.

Cuando era una niña me encantaban, poníamos cuatro cosas de adornos por la casa, el espumillón y unas bolas , nos juntábamos mis padres y yo en casa de mis tíos con mi hermana, comíamos cosas raras, como decía, pero como eran nuevas y no las comías nada mas que en estos días pues era una novedad, un poquito de turrón y los dulces típicos de estas fiestas, cantábamos algún villancico yº esperabas el día de reyes con una ilusión tremenda por ver que te habían traído, ya que los juguetes escaseaban , ese día recibías una cosa y era lo más preciado que tenías, lo enseñabas con tanta alegría a tus amigos que era como si te hubiesen regalado un tesoro. Todo eso lo recuerdo con un cariño especial…

      Fui creciendo y seguía teniendo ese puntito de alegría y de ilusión en estas épocas. Empecé a trabajar y mi trabajo implicaba que en estas fechas no parabas ni un momento, ni sábados, ni domingos, ni Nochebuena, ni Nochevieja, ni Reyes, solo quería llegar a casa comer cualquier cosa y acostarme, llegaba reventada de cansancio y de ver de qué manera el consumismo se arraigaba cada vez más en este mundo nuestro.

       Solo pensar en el mes de diciembre se me ponían los pelos de punta. Dejé de trabajar pero la ilusión no volvió nunca, se quedo en algún sitio olvidada a lo largo de mi vida. Echo de menos a personas que ya no están, a esa silla vacía que nunca más se va a volver a ocupar.

      Seguimos reuniéndonos exactamente igual, la familia ha crecido, solo que ahora es mi casa en la que nos juntamos. Comemos, cenamos y reímos, pero sigo echando de menos aquello que tenía en mi niñez que nunca más volví a recuperar.

     Soy una persona que intento ser positiva todos los días de mi vida, pero lo que quieren imponerme me rebelo a ello. No quiero aguar a nadie con todo esto, lo que sí quiero es desearos mucha felicidad, no por ser Navidad, os lo deseo para los 365 días del año, quiero que la vida os traiga todo por lo que lucháis, quiero que la sonrisa no abandone vuestra cara, quiero que os llenen el corazón de pequeñas cosas con las que se haga grande, muy grande, quiero que obtengáis lo que yo he recibido de vosotros, quiero… daros las gracias por ello. 

Quiero que empecéis esta semana con esa sonrisa que os deseo, disfrutar de ello.